sábado, 3 de marzo de 2012

La nota de Satan

Recuerdo aquella temporada en el cielo, donde los cantares eran diarios y el aroma era distinto, respirábamos placeres infinitos allá en aquel palacio, el precio de vida en aquel lugar era la entrega de un alma el cual no quise dar, el cual preferí mantener conmigo mismo. El sentido contrario de mis pensamientos a los del "supremo" me han condenado eternamente, y al ser el primero quien pasa por ésto me consideran dios de las tinieblas, creador de la maldad y quien provoca todo mal que padezca la tierra... Pero yo no he creado la maldad, tampoco la creo el hombre, El mismo creador de todo lo visto y concreto es quien ha creado aquel sentimiento negado al bien, y se refleja en mi persona. 
Ángel caído condenado a ser, ángel caído condenado a vivir. Yo no idolatro mas ayuno de alabanzas, quien viene a mi es por ayuda a cambio de nada, pero me ofrecen sus almas y yo las acepto.
Me tildan de maldad, de peste y fealdad. Una vez en el infierno comprenderán, que cada palabra que digan estará mal pero a la vez será aceptada porque uno vive para ser uno mismo, para luchar y pisotear lo que se venga en el camino por abominable que sea la consecuencia. No dependo de nadie ni siquiera de quien se hace llamar mi creador. 
Que me quemen, que me aborrezcan y desprecien, porque mientras que Yo siga siendo Satanas, los hombres temblaran ante mi presencia y no utilizaran mi nombre para guerras y destrucción, pues los pecados yo los guardo en mi corazón, perdono cada alma y los recibo en mi lugar de descanso. 


He sido despreciado por el Ser quien creo todo lo bueno, me han tirado del cielo por ser distinto a las demás aureolas, por no estancarme e intentar superarme. Al infierno, al infierno me han tirado, infierno que yo NO he creado, infierno que ya estaba aquí esperándome, y no soy dueño de mi aposento. la cripta en la cual manifiesto mi existencia fue creada por el Supremo a quien tilda de bueno y quien me usa como enemigo siendo que no hice, nada.


En tu nombre se pierden vidas y no recibes ni una. La muerte por tu causa es conocida como la mejor forma para llegar al palacio cual alguna vez fue mi hogar, pero los engañas con tus palabras las cuales por mera imaginación inventas y prometes a los hombres. Para cada una de esas almas existo yo, para recoger tu maldad señor Dios de los cielos, yo recojo a tu creación rechazada por su mismo dueño, los cuido y los preparo con fuego y azufre para aquel gran enfrentamiento celestial cercano donde por fin mi trono será alzado y donde la idolatría se volverá pecado y cada pecador irá junto a ti, porque te volverás mi esclavo.


Sigue jugando oh dios de todos los cielos, pues aquí abajo no permitimos la derrota. Tu fin se acerca.