Ángel caído condenado a ser, ángel caído condenado a vivir. Yo no idolatro mas ayuno de alabanzas, quien viene a mi es por ayuda a cambio de nada, pero me ofrecen sus almas y yo las acepto.
Me tildan de maldad, de peste y fealdad. Una vez en el infierno comprenderán, que cada palabra que digan estará mal pero a la vez será aceptada porque uno vive para ser uno mismo, para luchar y pisotear lo que se venga en el camino por abominable que sea la consecuencia. No dependo de nadie ni siquiera de quien se hace llamar mi creador.
Que me quemen, que me aborrezcan y desprecien, porque mientras que Yo siga siendo Satanas, los hombres temblaran ante mi presencia y no utilizaran mi nombre para guerras y destrucción, pues los pecados yo los guardo en mi corazón, perdono cada alma y los recibo en mi lugar de descanso.

En tu nombre se pierden vidas y no recibes ni una. La muerte por tu causa es conocida como la mejor forma para llegar al palacio cual alguna vez fue mi hogar, pero los engañas con tus palabras las cuales por mera imaginación inventas y prometes a los hombres. Para cada una de esas almas existo yo, para recoger tu maldad señor Dios de los cielos, yo recojo a tu creación rechazada por su mismo dueño, los cuido y los preparo con fuego y azufre para aquel gran enfrentamiento celestial cercano donde por fin mi trono será alzado y donde la idolatría se volverá pecado y cada pecador irá junto a ti, porque te volverás mi esclavo.
Sigue jugando oh dios de todos los cielos, pues aquí abajo no permitimos la derrota. Tu fin se acerca.
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